17 de junio de 2010

FESTIVAL DE CINE: OUTFEST

Cuando se piensa en festivales de cine, los primeros nombres que se vienen a la mente son El Festival de Lima, El Festival de Venecia, El Festival de Cannes, El Festival de Berlín, Los Premios Oscar, etc. Las películas que se proyectan son de diversos géneros y son elegidas por un jurado de alto calibre, pues está conformado por actores que han sido galardonados con premios de la crítica y por críticos especializados en el cine (acá incluyo a cineastas, etc.).

Pero, ¿qué pasaría si se proyectaran filmes que son de temática homosexual? Ha habido ocasiones como el año pasado en el que “Harvey Milk” ganó un premio Óscar a mejor guión; además, hace algunos años, “Brokeback Mountain” también participó y fue nominada a varios en los mismos premios. Pero, ¿te imaginas un festival con un sinfín de cortos y largometrajes de este tipo?

Muchas personas pensaron lo mismo y es así en 1982 y desde ahí se viene llevando a cabo el Outfest, el cual es el Festival de Cine Gay Lésbico y Trans en los Estados Unidos. La idea fue tan original que ha sido copiada en diversos países del mundo y, felizmente, uno de ellos es el nuestro: Perú. En Lima desde hace siete años se viene llevando a cabo el Outfest Perú a donde asisten miles de personas tanto fuera como dentro del clóset.

Según Rolando Salazar, este festival influye en las personas que aún no se animan a salir del clóset; sin embargo, yo creo que el evento es la ocasión perfecta para ver excelentes trabajos y apoyar el arte independiente, pues muchas de las películas son poco comerciales en países como el nuestro. Además, considero que si la película no te conmueve, no hay forma alguna de que te influya a dejar el placard.

Finalmente, recomiendo no dejar la pasar una ocasión como esta, pues las películas proyectadas son de buena calidad total, además de ser accesibles al bolsillo de todos (la entrada cuesta cinco soles) y la ubicación dejó de ser un problema, pues ahora son cuatro lugares en puntos clave donde las películas son proyectadas, que son el Centro Cultural España, el local del MHOL, el Cine Julieta y en el bar Twins Life en Miraflores. Para más información, visita la página web del evento: www.outfestperu.com


Redactado por Wayna Ankalli.

10 de junio de 2010

HOY SEREMOS EL ESPEJO DE LA PERVERSIÓN

Hoy seremos el espejo de la perversión
El final de la jornada que busca revancha
El inicio de las sombras que encienden sus velas.
Auguran la muerte del púgil más hermoso.

Hoy seremos el espejo de la perversión
El estentóreo sermón de sus bélicos cantos .
La testosteroidea vanidad de su hipertrofiada faz.
Esconden tras de sí a un par de antropófagas sirenas

Hoy seremos el espejo de la perversión
La búsqueda carnívora que profana la virtud.
El ímpetu ahogado del sediento caminante.
Desnudan la virilidad con sacrílego desgarro.

Hoy seremos el espejo de la perversión
La traición que acecha el refugio
El dorso acuífero que extiende su generoso litoral.
Envisten el elixir que fusiona sus mundos.

Hoy seremos el espejo de la perversión
El exudar guerrero, que endurece la arena
La mansa agonía del sometido contrincante.
Amamantan sus primitivas latencias .

Hoy seremos el espejo de la perversión.
El coliseo infinito dueño de la ira.
El pacto que reposa sobre el servil silencio.
Guardarán sus almas de la vejación del alba.

Hoy seremos el espejo de la perversión.

Redactado por Andrés.

1 de junio de 2010

A SER VERÓNICA

Una corriente de viento le arrancó un papel que llevaba en sus manos, pero por suerte yo lo atrapé. Cuando levanté la vista y la vi, me desconocí por un momento, pero a la vez, me sentí cautivado. Me acerqué a ella con el papel en mano por delante y cuando quise ver de qué se trataba, me lo arrancó sin darme tiempo para reaccionar. La miré. Una sonrisa se abrió paso entre sus rojos y finos labios mostrando lo blanquísimo de sus dientes, una sonrisa que se veía forzada. Alcé la vista y en cuanto ésta se posó sobre sus ojos, olvidé por completo su sonrisa fingida. Eran del color del mar, un azul verdoso profundo que nunca había visto, pero se le veían temerosos, como si ocultaran algo. Unas mechas de cabello le caían cubriendo la frente y parte de su pálido rostro, era teñido, nadie tiene ese tono de rubio naturalmente, o al menos eso creo.

“Gracias.” Me dijo con una voz aguda y apresurada que remarcaba su timidez.

En ese momento, me encantó. Me decidí a presentarme y a tratar de conocerla más, de convertirme en su amigo y si tenía suerte, de ser algo más. Así que le pregunté su nombre.

Su respuesta me sorprendió.

“Óscar. Pero estoy tratando de cambiarlo a Verónica.” Me dijo levantando el papel en su mano, esta vez con una sonrisa natural en sus labios que delataban vergüenza, aún más cuando bajó la cabeza.

“Yo soy Esteban. Mucho gusto.” Le dije cuando noté que se estaba dando media vuelta para irse.

Me miró a los ojos, incrédula.

“Eres el primer hombre que no me insulta, golpea o deja de hablarme después de escuchar eso.”

“Para ser sincero, cuando recogí el papel noté tu manzana de Adán. Así que ya lo sabía.”

“Ah. Sí, sólo me falta pagar esa cirugía.”

Ambos contuvimos la risa.

“¿Y no te molesta?” Me preguntó, aún sin creerme.

“¿Debería?”

Ella rió, y yo me le uní con una sonrisa.

“Lo que sí me sorprendió es que fueras tan honesta de decir que antes eras hombre.” Le dije mientras la contemplaba y sacaba de mi bolsillo un papel y un lapicero.

“Me preguntaste mi nombre y te lo dije.”

Escribí mi nombre y número en el papel y se lo entregué.

“Tengo que irme, me están esperando, pero llámame para salir un día de estos si te parece.”

“Con mucho gusto.” Me dijo al tiempo que guardaba el papel que le di y el que ya tenía en su mano dentro de su cartera.

Me señaló el otro lado de la acera.

“¿Hoy en el restaurante de enfrente a las 8?”

“Claro. Te veo allí sin falta.” Le contesté con entusiasmo.

“Nos vemos entonces.”

Tras decir esto se dio media vuelta y se fue.

Yo me quedé observando sus piernas adornadas sólo por una minifalda mientras ella se marchaba, mientras se me hacía tarde para llegar a mi primera entrevista de trabajo, mientras una única frase se repetía en mi mente: Hoy tengo una cita con Verónica.

Escrito por Sergiox0x.