Lesbianas, gays, bisexuales y trans de la
PUCP frente al conflicto con la Iglesia Católica
Frente al actual conflicto
entre nuestra universidad y la Iglesia Católica, alumnos y alumnas lesbianas,
gays, bisexuales y trans como personas independientes hemos decidido mostrar
nuestra preocupación y pronunciarnos sobre algunos puntos que creemos
necesarios:
- Creemos en una universidad para todos y
todas, sin distinción de cultura, sexo, credo, orientación sexual o
identidad de género; en una universidad inclusiva que además tenga el
sólido compromiso de fomentar el respeto y la integración, así como de
aportar en la resolución de las problemáticas más urgentes de nuestro
país.
- Lamentablemente este ideal de
universidad no es el que actualmente se está dando. Ha habido casos de actitudes discriminatorias y homofóbicas de parte de
compañeros, profesores, personal de seguridad e incluso autoridades para
con personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales. También
hemos podido observar censuras y prohibiciones en torno a temas ligados a
género y sexualidad, no permitiendo realizar investigaciones o
intervenciones públicas, aludiendo al argumento de que se puede ofender a
la susceptibilidad católica o que se está yendo en contra de la Doctrina
Social de la Iglesia.
- La homofobia es un problema urgente por
solucionar en nuestro país y la universidad como tal debe mostrar un
compromiso de aportar en ese sentido. Buscamos no solo una
universidad que “tolere” a las personas LGTB, sino una que promueva
iniciativas y asuma activamente políticas de promoción por el respeto de
la diversidad sexual, en especial cuando se trata de una población que
es continuamente violentada y vulnerada en sus derechos más básicos. De
esta manera, seguir el ejemplo de muchas otras universidades e
instituciones de otros países que ya han asumido esta responsabilidad.
- La Iglesia Católica, como una institución
muy influyente en el Perú, se ha dedicado en las últimas décadas a
fomentar campañas de odio contra la comunidad LGBT, haciendo públicas sus
posturas en torno al tema, tildando a la homosexualidad de «inclinación
intrínsecamente desordenada» y de «grave depravación». Ceder ante estos
dogmas sería un gran retroceso, teniendo en cuenta las situaciones que ya se
dan en la PUCP.
- Por todo esto es que no solo nos pronunciamos en
desacuerdo con una reforma, una carta o una declaración, sino en
desacuerdo con seguir perpetuando un vínculo con una institución que jamás
va a permitir el desarrollo integral de personas lesbianas, gays,
bisexuales y trans, entre varias otras. Estamos convencid@s de
que ceder y perpetuar dicho vínculo seguirá siendo una traba en el camino
hacia una universidad realmente humanista y democrática, capaz de asumir
los principales retos que le plantea la sociedad, capaz de producir
conocimiento libre, capaz de ponerse a la vanguardia en la erradicación de
una práctica tan cruel, como lo es la homofobia.
- Instamos a toda la comunidad
universitaria a reflexionar no en cómo sortear mejor este conflicto,
sino en cómo construir una universidad mejor. Seamos capaces de afrontar los retos que esto nos impone y
construyamos juntos una comunidad universitaria de verdad inclusiva con
los distintos grupos humanos que habitamos en esta casa de estudios.